Cómo el ejercicio mejora tu cerebro y tu salud mental
mujer ejercitando estirando piernas

Cerebro y ejercicio: cómo mover el cuerpo transforma la mente

24 de julio de 2025 93K

¿Sabías que el ejercicio juega un papel crucial en el desarrollo y evolución de tu cerebro? Pues gracias a la interesantísima charla que tuvimos con el director del Grupo de Estilo de Vida y Cognición en el Instituto Cajal del CSIC, José Luis Trejo, podrás descubrir de qué manera repercute positivamente en nuestras neuronas y cómo favorece aspectos tan importantes como la memoria, la capacidad de aprendizaje o incluso nuestro estado de ánimo.

Trejo empezó destacando la importancia de llevar una vida activa porque cuando mantenemos una rutina de ejercicios, todas las neuronas crecen de tamaño, sobre todo en el árbol dendrítico, que es por donde les entra la información y aumenta, sobre todo, la eficiencia sináptica, que es la manera en la que se comunican unas con otras. Digamos que su lenguaje entre ellas mejora. Las neuronas se vuelven más receptivas y más “inteligentes”. Y eso se traduce en evidentes mejoras en las funciones cognitivas como la memoria, la atención o la capacidad de resolver problemas.

Según Trejo, el ejercicio físico no solo afecta al entorno cognitivo, sino que tiene un impacto directo en nuestra salud emocional. De hecho, no es casualidad que la práctica de ejercicio sea una buena recomendación cuando sufres algún trastorno del estado de ánimo. Según nos comentaba, la relación entre movimiento y nuestras emociones está totalmente comprobada y abalada por la ciencia. Y es concretamente la región del cerebro llamada hipocampo la que está estrechamente vinculada a procesos como la regulación emocional, la ansiedad y la depresión. Por eso siempre hemos escuchado que la actividad deportiva libera sustancias como las endorfinas o la dopamina y que generan bienestar, reducen el estrés y aumentan la autoestima. Pero, al mismo tiempo, hay algo no tan conocido que es que puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo asociado a la edad o a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. 

Durante la entrevista también pudimos tratar un capítulo muy interesante, en el que hizo alusión a un proceso llamado Neurogénesis (que se produce en la citada región del cerebro llamada hipocampo), un hallazgo que ha supuesto un gran avance, porque es una región muy concreta del cerebro donde los adultos siguen generando neuronas a lo largo de la vida. Y para que se produzca, la actividad física actúa como un “fertilizante” para estimular esa producción, ayudando a mantener nuestro cerebro activo, flexible y joven.

Una vez sabido esto, resulta un poco desconcertante la poca importancia que se le da a la actividad física desde el momento en el que únicamente la relacionamos con la estética, el ocio, etc. Sería necesario promover iniciativas para concienciar más a la población sobre la necesidad de practicar más ejercicio físico relacionándolo también con estos beneficios.

Trejo también advierte que, aunque todo esto suena a milagro, el exceso de ejercicio puede ser perjudicial y lo explica de una manera muy gráfica. Existe un perfil de los efectos que tiene el ejercicio sobre el cerebro y tiene una forma de U invertida. Al principio, cuanto más ejercicio haces, más beneficios. Hasta que llegas a un punto en el que, si sigues incrementando la intensidad o duración, pierdes parte de esos beneficios. De hecho, hay autores que dicen que no es una U invertida sino una J invertida. Lo que quiere decir es que, a partir de cierta intensidad o cierta duración del ejercicio, es peor que el sedentario.

Y tiene su lógica, ya que el exceso de actividad física intensa genera estrés crónico, inflamación y fatiga, y pueden deteriorar las mismas funciones que en niveles moderados se ven mejoradas. Por eso esas actividades deportivas extremas pueden provocar insomnio, irritabilidad o falta de concentración en las personas que las practican y una buena solución es escuchar a tu cuerpo, respetar los tiempos de descanso y entender que la salud cerebral no se construye a base de extremos.

Entonces, ¿cuánto ejercicio es el recomendable para favorecer tu actividad cerebral? Realmente sería muy atrevido dar una única respuesta a esta cuestión, puesto que los índices varían según la edad, lo mismo que el estado de salud y otros factores individuales, pero muchos estudios coinciden en que 30 minutos de actividad física moderada, cinco días a la semana, son suficientes para notar mejoras significativas en nuestra salud cerebral. Lo importante es la constancia, más que la intensidad. 

Así que anímate a caminar, montar en bici o bailar en casa, etc. y recuerda que cada paso que das ayuda a fortalecer tu cerebro. 

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